ZOOM de Luz Lassizuk
Pequeña obra para actriz, escenografía en
miniatura sobre su cuerpo, cámara de video portátil y voz intervenida con
sonidos propios de los distintos paisajes.
I.
Oscuridad. Voz de mujer.
Con la cámara se proyecta un “caos” de colores, formas y sonidos
irreconocibles. Tierra lleva el relato.
TIERRA: Dicen que
en el comienzo era el caos. No existían los ríos, ni el mar, ni el cielo con
nubes, ni las montañas, ni el sol, ni nada. Nada de nada. No había formas, ni
colores, ni olores, ni nadie para darse cuenta de la falta.
Dicen que Dios, o la
Naturaleza, o quien sea, puso fin a todo este desorden separando el aire, el
fuego, la tierra y el agua. El orden. La obsesión por lo ordenado. Alguien,
antes del comienzo de todo, decidió que el caos tendría que dejar de ser. O al
menos dejar de ser todo. El fuego en el centro, el hielo en los extremos. La
vida en el medio del calor y del frío.
Después se pusieron
límites entre el mar y la tierra, y se crearon los ríos, los lagos, los
estanques, los océanos. Y también apareció lo verde: los campos, las selvas,
los bosques, las hojas de los árboles. Y entonces también los otros colores. Se
crean el cielo, las nubes, los rayos del sol, y así también la lluvia, los
truenos, los vientos huracanados, la nieve. Y alrededor de todo, las estrellas.
Pero el escenario sólo no
alcanza, entonces se crean los peces, las aves, los gusanos, los animales que
corren y gruñen, las jirafas, los pingüinos, los caballitos de mar.
Y después, un día, el
hombre y la mujer. Porque alguien tenía que venir a desordenarlo todo.
Y a partir de entonces,
Dios o la Naturaleza o quien sea, se desentendió del asunto. En el mejor de los
casos.
Y aparecieron las construcciones,
los pueblos, las ciudades, las luchas por el poder, la ley de la selva, la
supervivencia del más apto, las guerras, las religiones, las máquinas de vapor,
las fábricas, la explotación, las guerras de nuevo, la medicina oriental y
occidental, los aviones, los barcos, las obras de arte, la tele, el cine, la
gente en la calle, la amistad, la política, el amor.
Y en medio de todo esto,
los hombres, haciendo lo que pueden para vivir sus vidas.
Y así sigue todo hasta
ahora.
(Viento que sopla)
Más información sobre la obra ACÁ
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